Yander.es

Que esta sea la segunda entrada sobre una historia cuyo personaje femenino principal no sea realmente femenino dice mucho de mí, supongo. Los juicios de valores sobre si esto es algo bueno o malo guárdaroslos para vosotros, por favor. Este manga es la confirmación de la fórmula comedia + trap = victoria; si a algo tan estático como una historia estudiantil le añades una trap, provoca una increíble efervescencia que se traduce en abundancia de escenas divertidas. Es curioso que la ambigüedad de sexo haga aumentar exponencialmente el interés de una serie, pero supongo que significa que poco necesitamos para disfrutar de un manga. Por mucho que algunos lo intenten negar, todos nos reímos con los chistes sobre penes, de la misma forma que la mayoría de los otakus somos capaces de pasarlo bien con una comedia ligera. Y Prunus Girl es la perfecta simbiosis de ambas, ¿cómo podría ser mala?

Y por cierto, esa ambigüedad es más fuerte que de costumbre aquí, hasta el punto que llamar trap a Aikawa podría no ser del todo cierto. Maki, el protagonista, se ve súbitamente envuelto en los líos de Aikawa; ella, tras afirmar que es realmente un hombre, empieza a acosar con descaro al pobre chico. El resultado es una continua duda acerca de su sexualidad, situación que Aikawa disfruta ostensiblemente. Todos los hombres han comentado alguna vez en su vida que si fueran una mujer serían una libertina - Aikawa lo lleva a la práctica y pone en más de un aprieto al protagonista. Todas las ocurrencias están centradas en esa pareja, por lo cual los personajes secundarios carecen de importancia real. No obstante, son un buen complemento en algo de los capítulos. Teniendo en cuenta el gran atractivo de los protagonistas, que los demás no se hagan pesados ya es un gran qué.


La abundancia de imágenes de Aikawa en esta corta entrada tiene un doble significado:
a) Corroborar que el dibujo es muy bueno.
b) Olvidad la primera, disfrutad de la belleza de Aikawa.
Puede que llegue un día en que este manga finalice y el autor se decante por el feo de recurso de decir que Aikawa mentía. En ese momento negaré su existencia y que yo haya disfrutado con él, pero aprovechad el momento actual en que sigo recomendándolo.