Cuentan las leyendas que una vez cada mil años aparece en este planeta una criatura disfrazada de humana, pero que bajo esa piel antropomórfica esconde un oscuro secreto... Que no le gusta el gore. Afortunadamente eso no se aplica a mi persona, ya que yo disfruto con los baños de sangre como cualquiera. No llego a los extremos de considerarlo algo extremadamente importante, así que si una serie sólo puede ofrecerme eso nunca será completamente de mi agrado, pero si que se trata de un extra que en el caso de ser bien usado es un gran pro en mi libro. Así pues, historias con un buen argumento y una dosis de sangre considerable como Deadman Wonderland lo tienen todo para ser de mi agrado.
La historia comienza con el día a día feliz de Ganta, un chaval que disfruta de su tranquila existencia hasta que esta se ve truncada por el asesinato indiscriminado de todos sus compañeros de clase por un ser misterioso. Es injustamente culpado del delito y llevado a una prisión experimental muy especial, la cual funciona también como parque de atracciones abierto al público. A partir de este instante, y ya sin incidir más concretamente para evitar spoilers, esperad que a Ganta le ocurra todo lo malo que pueda pasarle. El autor es ciertamente cruel con el protagonista, lo cual me parece un buen cambio respecto a la mayoría de series. Además, pese a empezar como un pobre niño asustado su progresión es grande pero bien desarrollada, así que no es ni por asomo el típico personaje principal odiable.
Rebosa acción y el dibujo es detallado, así que la base de la serie es más que sólida. Pero si hay algo que destaca en este manga son los personajes; muchos, variados, imposibles de cuadrar en un estereotipo y, sobretodo, locos. Un manga cuya trama se ubica en una prisión está obligado a mostrar en mayor o menos medida gente que dista de ser normal psicológicamente. Deadman Wonderland lo lleva al extremo y te deja disfrutar con un montón de personajes que esconden, o no, su locura. Los diseños casan perfectamente con esta mentalidad, lo cual combinado con el ya mencionado buen dibujo hace que sea visualmente increible.
No obstante, no está libre de detractores. Tiene una sorprendente fuerza de polarización, así que tiene tantos fans acérrimos como personas que no pueden soportarle. El consenso para estar más cerca de declararla como gran lectura, pero al fin y al cabo, que le den a la opinión general. Si necesitara el apoyo de la mayoría para disfrutar de algo no estaría leyendo manga ni viendo anime.
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