Abriendo la lata de animes de primavera me he encontrado este slice of life ambientado en un restaurante, el cual ha resultado ser más apetitoso de lo que parecía. Y no, aún no he inventado una máquina del tiempo para avanzarme un mes al inicio de temporada, es simplemente un preestreno; una forma perfecta de ver cómo será esta serie, con los únicos inconvenientes en forma de calidad paupérrima y de signo enorme recordando cuando empieza realmente a emitirse. Nada destacable a fin y al cabo, ya quisiera yo que otras series se apuntaran a esta moda. Y te miro a ti, Angel Beats!.
Pese a partir con prejuicios, esperando algo soporífero, he disfrutado con este primer episodio. El ritmo frenético y el encanto de los personajes le han pegado un buen bofetón a mi odio preconcebido. Así es como se adaptado un 4koma, a velocidad constante y sin rodeos. Hacerlo a un ritmo relajado puede salir bien si se hace con maestría y se parte de una base genial, como en el caso de Azumanga, o puede acabar siendo un desastre como el anime de K-ON!. No es común ver una tira cómica de 4 viñetas animada literalmente en 5 segundos, pero eso no es para nada negativo ya que logran conservar la gracia del original. Soy consciente de que el ritmo de una serie es algo medianamente abstracto y no tan sencillo de apreciar como otras cosas, pero si después de ver este primer episodio os extrañáis de haberlo gozado tanto este sea probablemente el porqué.
Moviéndome a algo más concreto, el abanico de personajes es la segunda punta del tridente de pros que ha lucido este capítulo inicial. Un protagonista lolicon peculiar incluso dentro de ese grupo de espécimenes, una renacuaja muy trabajadora, un par de cocineros que viven en su mundo, una preciosidad que se pasea por el restaurante con una espada y una encargada delincuente. ¿Se puede pedir algo más? Pues sí, una chica que lleva la androfobia a un nuevo nivel, pegando puñetazos dignos de un cinturón negro a cualquier hombre que se le acerque a un radio de 5 metros. La interacción entre personajes no se queda atrás, así que podéis esperar diálogos absurdos por doquier.
Y finalmente, las voces. Seiyuus top tier que le vienen como anillo al dedo a esta comedia. No puedo evitar que se me escape una risa tonta en cada conversación entre los cocineros, doblados por la misma pareja que da vida a Izaya y Shizuo en Durararara. Si cierro los ojos mientras habla el protagonista, escuchar a Fukuyama Jun con una voz puramente Lelouch no tiene precio. Y, como no, la loli protagonista tenía que estar doblada por Asumi Kana. Mi amor por Yunocchi aprueba esa decisión ('___' X).
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