Yander.es

Las series más esperadas no han defraudado; quizá la culpa recae parcialmente en mis bajas expectativas, pero la cuestión es que superan con creces los animes de esta temporada emitidos hasta el momento. Por calidad de unas o demérito de otras, los grandes de este invierno están ocupado el lugar que esperábamos. Esperemos que haya otra serie tapada como fue el caso de Sora no Otoshimono hace poco, para animar un poco más el ambiente.

Omamori Himari: Empiezo por la peor para deciros cual es el peligro a evitar. El manga original, que recuerdo haber empezado a leer tiempo ha, es un harem plenamente disfrutable si tienes la agallas de enfrentarte a una serie de este estilo. Esto puramente significa que los diseños eran muy cuidados y la gamma de fetiches cubiertos por la serie inmejorable; así de memoria, recuerdo osananajimi, lolis, sukumizu, kuudere, maids, iincho, nekomimi, zettai ryouiki y meganeko. No os preocupéis, si no sabéis que significan la mitad es que tenéis futuro aún.
Pero el anime ha perdido gran parte de ese encanto con unos diseños de personaje algo peores, el típico peaje del paso al anime, y una aceleración de la historia que la hace incluso molesta. Obviamente, hay una trampa para enganchar a los posibles disidentes como yo: la voz de Himari. ¿Voy a tener que ver 12 capítulos de esto para seguir escuchando a Koshimizu Ami, más conocida por interpretar a Horo, doblando a una gata pervertida? Pues sí.

Dance in the Vampire Bund: ¿Cómo me iba a perder una serie de SHAFT con vampiros? Pese a la falta de ritmo del primer capítulo, te deja con esa sensación de que todo lo que le seguirá será genial. Muy original la manera de presentar la serie, por cierto; ¿un programa televisivo para demostrar la existencia de los vampiros dentro de un anime sobre vampiros? Qué meta.

Durarara!: O la serie que todo el mundo ve porque esperamos mucho del mismo staff que nos trajo Baccano!. Un primer capítulo donde no pasa demasiado, pero eso es algo que se puede permitir una serie de 24 episodios. Ningún defecto destacable le he encontrado, con la excepción de la pereza de los animadores que han preferido que los fondos tuvieran figuras grises en vez de humanos anónimos.

Ookamikushi: Ryuukishi no tiene ninguna vergüenza a la hora de autoplagiarse, como lo demuestra este primer capítulo de Higuras- ah, Ookamikakushi. Teniendo en cuenta que DEEN no está implicado esto incluso será potable, pero no libre de cosas criticables. Para empezar, los diseños de los personajes son horribles y sin personalidad, con sólo un par de excepciones, para nada dignos de Peach Pit. Y lo más importante... ¡¿POR QUÉ RENA ISUZU LLEVA ESTOS PANTALONES TAN HORRIBLES?! NO, EN SERIO:


Y en la siguiente y posiblemente última entrega, los demás animes que me atreva a empezar. Entre ellos no estará Hidamari, ya que me esperaré a los DVDs porque SHAFT está demasiado ocupado sacando dinero de Bakemonogatari como para cuidar la animación de otras cosas: